La limpieza y el mantenimiento son esenciales para garantizar su durabilidad y mantener la higiene.
Después de cada uso, enjuaga el chocho de goma con agua tibia y un jabón neutro, asegurándote de limpiar bien el interior. Luego, sécalo completamente con un paño suave o toalla de papel y guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa.
Para mantener la suavidad y elasticidad del material, es recomendable aplicar un poco de polvo de talco para bebé en la superficie externa del chocho de goma después de cada limpieza.