Muchas veces sentimos que necesitamos más del sexo, no centrarnos únicamente en el mete-saca conejil. Que la media española de 15 minutos se nos queda muy escasa… El Slow sex precisamente busca evadir todo este tipo de tópicos.
¿Quieres conocer tu cuerpo al máximo? ¿Disparar todo tu potencial sexual? ¿Disfrutar de relaciones sexuales más largas? Quédate porque este artículo sobre el sexo sin prisas es para ti.
Habitualmente las relaciones son algo corto, focalizado en la penetración y en el orgasmo como fin último. Pero, ¿Qué pasaría si desgenitalizamos las relaciones sexuales?
Si esto pasase nos centraríamos en disfrutar de cada momento, cada sensación, caricia, roce… Disfrutar con todos nuestros sentidos sin importar nada más. Eso es el Slow Sex.
¿Qué beneficios tiene el Slow Sex?
Desde luego que el sexo rápido es fantástico, pero ¿Siempre? Las relaciones sexuales basadas en la penetración se acaban haciendo monótonas y requieren más para que las disfrutemos. Ya sea añadiendo juguetes, cambiando de sitio o incluso adrenalina… Pero no te preocupes, con el slow sex volverás a disfrutar de cosas que no sabías que existían o que pensabas haber perdido.
- Sabrás qué te gusta: El simple hecho de probar todo tipo de sensaciones te hará conocerte por completo.
- Más sensaciones: Al relajarte y experimentar disfrutarás de nuevas zonas de tu cuerpo. La piel es el órgano sexual más grande del cuerpo. Why not?
- Conectarás de nuevo: Probar cosas nuevas, descubrir a tu pareja, las caricias, el sexo sin prisas hará que tu vínculo de pareja sea más fuerte.
- La imaginación al poder: Por desgracia vivimos en la sociedad del porno. La imaginación es nuestro mejor arma, así que úsala para estimular a tu pareja en otras zonas que no sean los genitales.
- Sensaciones perdidas: ¿Recuerdas tu primera vez? TODO te hacía sentir. Puedes volver a hacerlo.
- Autoconocimiento: Los límites los pones tú, descubre esas nuevas zonas que te vuelven locx
Seguramente estés pensando, vale, genial, tiene muchos beneficios. ¿Pero esto como se hace? La verdad es que es sumamente fácil aunque te vamos a dar unos tips para practicar slow sex que sentarán las bases. A partir de ahí te recomendamos experimentar nuevas sensaciones. Recuerda, los límites los pones tú.
Cómo tener slow sex
Déjate llevar por el momento, vive el ahora y no te preocupes por lo de después. Sin duda ese sería nuestro consejo.
Para practicar el Slow sex debes ser consciente de que buscas estimular TODAS las partes del cuerpo, así que no hay unas más importantes que otras. Estimularás todos los sentidos para hacer de esta práctica algo mucho más placentero.
Fluir es clave. El slow sex no va en contra de la penetración o el sexo oral, solo va en contra de que el centro de atención de cualquier relación sexual sean los genitales.
Prepara el ambiente
Es obvio que necesitarás un lugar tranquilo, sin distracciones de teléfonos, relojes, mascotas o niños. Así que ya sabes, todo eso fuera.
Además, para hacer esta experiencia mejor puedes usar velas con olores agradables y algo de música que estimulará vuestros sentidos. Te recomendamos buscar slow sex en Spotify, hay un montón de playlist esperando. ¡Todos los detalles son importantes!
Presta atención a tu pareja
Cuando vives con tu pareja es habitual que obviemos el cuerpo del otro, «ya lo tengo muy visto». Es el momento de prestarle la atención que se merece, fijarnos en cada una de sus curvas, esos pequeños detalles que lx hacen especial y que tanto te excitaron el primer día.
Slow Sex = Sexo sin prisa
No pienses en lo que pasará después o cambies porque te parece que ha pasado mucho tiempo. Solamente fluye, todo irá surgiendo y es lo bonito de esto. No saber dónde va a acabar ni cuándo.
Privar a tu pareja de algún sentido puede ser fantástico
Para subir la temperatura puedes privar a tu pareja del sentido del oído con unos auriculares, de la vista con una venda o del tacto con una cuerda. Esto os ayudará a experimentar sensaciones inolvidables.
Hablad, pedid, comunicaos como base del slow sex
La comunicación es vital en cualquier sexo. Solo así podréis conseguir lo que realmente deseáis. Puede que conozcas a tu pareja muy bien, pero recuerda que queremos experimentar sensaciones nuevas, esas que no conocéis ni uno ni otro…
Los juguetes son vuestros amigos
Puedes usar una bala vibradora para añadir sensaciones nuevas, estimular los pezones de tu pareja o alguna zona donde no hayas probado el vibrador. ¡Deja volar tu imaginación y experimenta!
Aceites, pintalabios, lubricantes
¿Sabías que existen aceites con efecto frio o calor? Puedes usarlo para jugar con tu pareja y disfrutar de un buen masaje. Si esto ya lo habéis probado os recomendamos las barras de labios con efectos. Lo mismo que sientas tú en tus labios lo sentirá la otra persona en su piel, es una experiencia 100% recomendable.
Sexo Oral
Cuando hayáis jugado con todas las partes de vuestro cuerpo es posible que os apetezca más. El slow sex no va en contra. Entonces podéis y debéis pasar al sexo oral. Puedes probar nuevas técnicas de masturbación masculina o el método Kivin si vas a hacer un cunnilingus.
Penetración
¿Necesitáis más? Probad la penetración lenta, conseguiréis unas sensaciones más profundas y placenteras. A veces menos es más y este es uno de esos casos. Cuando la excitación es tan alta la penetración lenta te hará disfrutar de sensaciones más intensas. Variad la profundidad, velocidad, posiciones….
Recuerda que el sexo no tiene por qué acabar aquí, podéis parar la penetración y volver a jugar con sexo oral o con vuestros cuerpos. ¡La imaginación es libre!
Lo importante es disfrutar del sexo sin prisas, fluyendo y sin poner ningún tipo de reglas. Atreveos a experimentar y redescubrir vuestra sexualidad.