Seguramente hayas oído hablar del punto G desde hace mucho tiempo, pero has notado que encontrarlo no es tan fácil como parece. Es como buscando a Wally.
Pero tranqui, te vamos a ayudar para que puedas conocer perfectamente esta zona.
El punto Gräfenberg o más conocido como Punto G es una de las principales zonas erógenas femeninas. Concretamente se trata de una prolongación del clítoris a unos 3 – 5 centímetros de la entrada vaginal. Como habrás imaginado, su función, igual que el clítoris es dar placer.
Al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, el punto G no es un botón que haya que apretar, sino más bien una zona que excitar. Como habrás imaginado, no es necesario un pene o un juguete gigante para estimularlo. Puedes hacerlo incluso con tus manos.
Cómo encontrar el Punto G
Si eres mujer lo tienes muy fácil. Lo ideal es que te tumbes relajada en la cama, y sin prisa introduzcas tus dedos en el interior de la vagina. En la pared frontal, o sea, donde está el ombligo, encontrarás una zona con una rugosidad completamente distinta al resto. Para que te hagas una idea es como si nos tocásemos la parte delantera del paladar.
Cómo estimular la zona Gräfenberg
Al estar conectado con el clítoris es una zona muy sensible, así que no lo ignores. Al contrario que otras zonas erógenas, a esta le va la estimulación directa, así que no seas sutil. Puedes hacerlo con tus dedos, con un pene o con un juguete. Si usas tus dedos tan solo necesitarás uno o dos haciendo el clásico gesto de «ven aquí» presionando sobre el punto G.
Ahora que ya sabes localizarlo y cómo estimularlo solo te queda practicar. Aunque seguramente te estés preguntando cómo se puede estimular esta zona durante el sexo. Pues bien, hay posiciones sexuales específicas que favorecen la excitación del punto G.
Mejores posturas del Kamasutra para el Punto G
Sí, hay unas posiciones que son mejores que otras cuando se trata de conseguir orgasmos vaginales. Existen infinidad de ellas, pero las más estimulantes y fáciles de practicar son estas:
#1. La Araña
Esta es una de las posiciones sexuales más estimulantes que existen. Sentado en la cama, con las piernas estiradas hacia tu pareja mientras apoyáis los brazos hacia atrás. Como cuando tomas el sol en la piscina.
Ella, en posición opuesta a la tuya se posiciona ligeramente encima y sitúa sus caderas entre sus piernas abiertas. Con las rodillas y ligeramente flexionadas y los pies completamente apoyados en la cama.
Para practicar esta postura tendrás que balancear tu cadera con suavidad (ella) primero hacia adelante y luego hacia atrás. De esta manera conseguiréis estimular el punto G mientras disfrutáis de una sesión intensa de sexo
#2. El 5
Esta posición es una variante del misionero donde la chica coloca las piernas sobre los hombros del chico. Con este pequeño cambio la pelvis se eleva y conseguirás unas penetraciones más profundas, además de un estímulo más intenso en la zona G. Ella tiene la libertad de mover la pelvis y él puede dirigir la penetración. Todo mientras ambos mantienen el contacto visual.
Esta postura es intensa y divertida, aunque requiere de cierta forma física para poder llevarla a cabo.
#3. La cuchara
La cuchara es ideal cuando ya estamos cansados pero tenemos ganas de más y más. En esta posición nos colocamos como si fuesemos a dormir juntos. Es una postura muy excitante, donde oler a nuestra pareja, sentir su piel y su abrazo nos hará explotar de excitación.
En esta posición la penetración va directa al Punto G.
También puedes inclinar un poco tu cuerpo para una penetración más intensa.
#4. El jinete
Esta es una de las posiciones más famosas. Aquí ella tomará el control y será quien dirija la penetración. Sentada sobre ti, mirándoos de frente conseguiréis una estimulación perfecta que le llevará al orgasmo en tiempo récord. Podéis practicar esta posición en la cama, en una silla o incluso en el suelo.
Como habrás visto, son muchas las formas explotar de placer estimulando el punto G. Ahora solo queda saber cuál es tu favorita.